Como os conté en mi post sobre Eslovaquia, hace ya unos cuantos años que visité junto a unos amigos la ciudad de Viena, aprovechando que nos encontrábamos de vacaciones en Bratislava y una ciudad está separada de la otra por apenas 80 kilómetros. En este post os contaré las quince mejores cosas que ver y hacer en Viena. Y ya os adelanto que considero que hubiera necesitado más de tres noches para poder recorrerla bien, bien, bien. Y es que la capital de Austria es bastante grande y tiene mucho que ver.
Peaje para moverse en coche por Europa.
Comenzaré explicando el trámite que hay que hacer para pasar con el coche de un país a otro (de Eslovaquia a Austria) por si alguno de vosotros también quiere viajar a estos países y aprovechar para verlos en un mismo viaje como hicimos nosotros.
La cuestión del coche recuerdo fue bastante sencilla, realizamos un alquiler normal de un auto en Eslovaquia, y eso sí, para cruzar la frontera debes dirigirte a cualquier gasolinera donde podrás comprar una pegatina adhesiva que tienes que colocar en el cristal del coche, y por el cual ya pagas la tasa correspondiente para moverte entre los países por el número de días que indiques ( en nuestro caso pagamos la de 8,50 euros para viajar diez días por Austria, que era la pegatina de menor duración que ofrecían) Este trámite es obligatorio hacerlo si no quieres que te llegue ninguna sanción a posteriori.
Aprovecho para indicaros también relativo a este tema, que tengáis cuidado con el aparcamiento de vuestro vehículo en la capital austriaca. Y es que a nosotros nos sancionaron con una multa de noventa euros por excedernos cinco minutos del ticket de aparcamiento. Allí son realmente estrictos con las normas, hasta un punto quizá un pelín desmesurado. ¿Cómo es posible que en un parking abierto, tipo a nuestros descampados, dónde se pagaban unos tres euros por estacionar el coche 24 horas, hagan un drama por recogerlo cinco minutos tarde y el encargado del lugar nos mirase como si hubiéramos cometido una gran falta ? Lo cierto es que a día de hoy no tengo constancia de que llegásemos a abonar tal multa, no sé si a nuestro amigo Nacho que fue a nombre de quien se alquiló el coche le llegaría algo meses después o no, jeje.
Alojamiento.
Probamos dos tipos de alojamiento diferentes en nuestras tres noches en Viena. La primera de ellas, unos apartamentos económicos. Las otras dos noches nos hospedamos en el hotel Hilton Vienna. No recomendaría especialmente ninguno de los dos sitios, y es que en una próxima visita me decantaría por una opción de precio intermedio.
Qué ver y hacer en Viena.
Cómo os decía al inicio, la capital de Austria cuenta con múltiples atracciones y lugares que visitar, es una ciudad repleta de monumentos de interés y belleza singular así que recomendaría sin duda un mínimo de tres noches en ella para poder llevarse una visión global de la misma. Aquí os dejo el listado de mis quince cosas imprescindibles que hacer y ver en Viena:
Palacio de schönbrunn:
La residencia de verano de la famosa Sisií Emperatriz. Destaca por el bonito paseo que tiene recorriendo sus jardines. Este palacio se encuentra a 8km del centro de Viena y se puede llegar tanto en metro, tranvía o autobús. (Nosotros utilizamos durante todo el trayecto la app Mytaxi para movernos por allí )
Palacio imperial de Hofburg :
Es un enorme conjunto arquitectónico que abarca una amplia zona, desde los antiguos aposentos imperiales, pasando por varios museos, una capilla y una iglesia, la Biblioteca Nacional Austriaca, la Escuela de Invierno de Equitación, hasta el despacho del Presidente de Austria. Es el palacio más grande en extensión de toda la ciudad.
Palacio Belvedere:
Otro increíble lugar que visitar en esta hermosa Ciudad. A mí en particular fue de los tres palacios el que más me impresiono. De estilo Barroco está declarado Patrimonio Mundial de la Unesco. Pese a que nosotros optamos por no visitar su interior, merece la pena dedicar tiempo en contemplar sus edificios y pasear por sus bellos jardines. Es fácil trasladarse a otra época con la mente mientras se pasea por allí.
Visitar la catedral de San Esteban:
En pleno centro de la ciudad y de estilo gótico. Entramos y subimos al mirador de la gran torre desde dónde se obtienen unas imponentes vistas de la ciudad.
Probar la deliciosa tarta Sacher:
¡No puedes marcharte de Viena sin probarte el postre más típico! ¡La deliciosa tarta Sacher! Para degustar esta tarta de bizcocho de chocolate relleno nos dirigimos al sitio donde comenzó su historia, el mítico café Sacher. Eso sí, para poder entrar tuvimos que aguardar cola durante varios minutos.
Patinar sobre hielo:
Sin duda de las actividades que más disfrutamos en la visita. Y es que, si viajas en Navidad, además de disfrutar de los vistosos mercadillos navideños, es muy típico también en esta zona, subirte a unos patines e intentar guardar el equilibrio sin caerse en alguna de sus innumerables pistas de hielo. La más famosa es la que se sitúa cada invierno junto a la plaza del ayuntamiento (Rathaus). ¡Simplemente espectacular!
Pasear por el colorido barrio de Hundertwasserhaus:
Visitamos este colorido barrio que nos recordó a la obra de nuestro artista patrio Gaudí. Este emplazamiento forma parte del patrimonio cultural austriaco y sin duda es uno de los sitios que no te puedes perder. Además, aprovechamos la visita a esta zona para hacernos con originales souvenirs.

Disfrutar en el parque de atracciones Prater:
Es el parque de atracciones más antiguo del mundo. Su noria lleva en funcionamiento desde 1897. Sin duda es muy agradable el paseo por este lugar recreativo de aires vintage. Además de montar en sus atracciones tiene varios locales de restauración por si la visita te pilla en la hora de comer o de cenar.
Probar la gastronomía local:
Si hay un plato que es sinónimo de cocina austriaca es el Schnitzel. Conocido como el Wiener Schnitzel o el Vienna Schnitzel. Nosotros lo degustamos en el Restaurante Salm Braeu(muy cerca del palacio Belvedere), se trata de un sitio clásico donde probar la comida local y que sin duda recomiendo puesto que fue el local donde mejor comimos de todo nuestro viaje.

Ver el emblemático edificio de la ópera de Viena:
La ópera estatal de Viena se trata de una de las más importantes compañías de opera mundiales. Cómo no íbamos muchos días no nos paramos a sacar entradas ni a mirar la programación, pero si nos paramos a admirar su imponente edificio.
Ver el Mercado de Naschmarkt:
Por deformación profesional suelo visitar los mercados de todas las ciudades a las que viajo, ya sea en España o en el extranjero. En el caso del Naschmarkt es un mercado que cuenta con alrededor de 120 puestos y puedes encontrar desde productos típicos a comida internacional y exótica. Además, cuenta con varios establecimientos de restauración.
Visitar la escuela española de equitación :
Destacada institución de Viena, dedicada a la equitación y basada en la doma clásica teniendo como referentes dos aspectos básicos: el caballo de raza lipizzana y la técnica tradicional española de doma.
Coger el Tranvía turístico (Viena Ring Tram):
Una opción muy interesante para en aproximadamente media hora recorrer varios de los puntos más emblemáticos de la ciudad (El parlamento, la Ópera Nacional, EL Hofburg y el Ayuntamiento)
Visitar el Wien Outlet:
Aprovechando que teníamos el coche de alquiler, el día de regreso a Bratislava nos acercamos a este Outlet situado a las afueras de la ciudad. ¡Sin duda aprovechamos la parada! Me pareció de los mejores outles que he visitado en mi vida debido a los grandes descuentos en grandes firmas. (Nos compramos botas y bolsos de Michael kors al 50 %, complementos de la firma “Escada “y más…)
Pasear por Ringstrasse:
Sin duda la avenida más famosa de la ciudad, dónde se ubican la mayoría de los puntos turísticos. Si no queréis andar otra opción es recorrer la avenida en tranvía.
Y esta es mi experiencia en esta fabulosa capital, ¿Qué os ha parecido? ¿ Os ha abierto el apetito de viajar este primer post del año ? Deseo que os haya gustado y aprovecho la ocasión para desearos a todos una feliz entrada de año. ¡Os leo!